sábado, 19 de enero de 2013

Sin rumbo alguno.

Voy caminando por la calle, como si de una marioneta se tratase, dejándome llevar por la sociedad. Nadie va a sentir tu dolor, nadie descubrirá lo que dicen tus ojos, cuando solo intentas ser algo..¿Hay una manera correcta de ser fuerte? Siento que lo estoy haciendo todo mal. Dejar de ser lo que los demás quieren que seas. Cuando todo está hecho para ser roto, porque todo se romperá, acabaremos en el mismo lugar, así que no hay nada qué perder. Pero seguimos desperdiciando cada segundo. 
Cuando solo quieres continuar, dejar todo atrás, pero te ves atrapado en esto.. ¿Cómo salir de una vida que yo misma construí? El reloj ya empezó a contar las horas, poco a poco nos vamos consumiendo esperando a un futuro mejor, nuevo y diferente. Aún así, ya es tarde cuando nos damos cuenta de que hemos pasado media vida esperando al destino, y mientras hacemos esto, somos las marionetas del tiempo y las personas, dependiendo de estos dos posibles enemigos, que hacen que nuestra felicidad esté en espera, porque esperamos el momento adecuado para ser verdaderamente felices. Solo quiero que me entiendas, hay tantas cosas que podría decir, tantas palabras atragantadas en mi garganta como si tuviera una cuerda alrededor de ella. ¿Y por qué las cosas tienen que ser así? Por las montañas que he estado subiendo y bajando una y otra vez, por todo lo que consideraba verdad y me equivoqué. Y me pregunto, ¿quién soy yo ahora? Sigo sin obtener respuesta. Y no creo que alguien llegue a responderla. Soy un alma que habita en este mundo con un camino indefinido, sin rumbo alguno, sin saber a dónde ir y cómo ser, preguntándome cada día qué es lo que debe hacer, porque como una muñeca, como un bote en medio del mar, sin remos, solo el viento como capitán, la corriente me lleva, si es que llego a algún lugar. Y una tormenta tras otra. Se repetirá la misma historia, como un cuento que no acaba, estancada en el espacio y tiempo, sin ninguna forma de avanzar.