lunes, 5 de marzo de 2012
Me siento tan afortunada de haberte conocido.
Tan sola, tan perdida y desorientada me sentía. Tantas cosas malas que me pasaban, una tras otra, la buena suerte no estaba de mi lado en ese momento. Era más fuerte después de cada tropiezo, pero siempre era igual, la misma historia una y otra vez. No sabía qué camino coger, estaba perdida, todo me venía por sorpresa y precisamente, no solían ser cosas positivas. Me tragué mis palabras cuando te conocí, cuando llegaste a mi vida... y te quedaste. Una persona tan diferente a las demás que conocía, tan especial y única. Me ayudaste cuando no podía más aunque no lo supieras, con sólo verte ahí a mi lado, intentando sacarme una sonrisa de cualquier forma. Me siento tan afortunada de haberte conocido y aún más de que te quedases a mi lado. Esta suerte no la tiene todo el mundo, la mayoría de la gente no conocen a personas tan increíbles y maravillosas como tú, que hay muy pocas. No me separaría de ti por nada en el mundo, no me cansaría de escucharte, estaría todo un día hablando contigo sin aburrirme, no dudaría en darte mi apoyo , ayudarte, en cualquier cosa y te daría un abrazo siempre que lo necesites. Lo que me hace sonreír cada día es que sé que esta amistad durará, sé que cada día será mejor estando contigo. Me encanta que me llames hermana y escribir cada día en nuestras manos una de las dos palabras que más significan para mí, y que tú también las escribas cada día. Sólo quiero que sepas que eres una de las personas más especiales de mi vida y eso nunca cambiará. ¡Te quiero demasiado hermanita!