martes, 12 de junio de 2012
La oscuridad se desvaneció.
Volvimos a creer, abrimos los ojos y la verdad nos vino de frente, no era la realidad que creíamos que era. La historia que teníamos en nuestra cabeza basada en futuros diferentes, en cosas distintas, respecto a nosotras mismas... La realidad era que estábamos cegadas por esa historia inventada, no observábamos al frente, no había claridad debido a esas sombras a las que todos llamamos dolor. Supimos vencerlas, la luz volvió e iluminó nuestras cabezas, despejándonos de todo haciendo que la oscuridad se marche y pudimos apreciar que ambas seguíamos a nuestro lado, nunca nos habíamos alejado... Luchar, eso es lo que hicimos, miramos hacia al frente, y recordamos nuestro pasado, lo que vivimos y lo que nos falta por vivir, pero todo esto a tu lado. Pasó el tiempo, la espera valió la pena, necesitábamos tiempo para pensar, reflexionar y llegar a la conclusión de que no queríamos que nada cambiase, de que las promesas las cumpliríamos, de que queríamos que nuestro pasado volviera a ser nuestro presente. Y lo conseguiremos, esto será para siempre, aunque hayan miles de tropiezos, más de una caída, nada me impedirá no poder cumplir mis promesas. Nada. Todo será mucho mejor, todo lo ocurrido nos unió más, comprendimos que la amistad conlleva tener obstáculos, la vida nos puso a prueba y conseguimos superar la tormenta. Tuvimos apoyo detrás de esto, personas con un gran corazón, ayudaron a que reaccionáramos, a dejar de un lado lo que ocurrió y luchar por lo que más queremos. Nunca estuve más segura de esto, ver los hechos me han dado qué pensar, pero ahora he decidido no pensar, solo me guío por lo que siento, por lo que he sabido desde un principio: cariño. Porque... el cariño le ganó completamente al dolor.