sábado, 21 de julio de 2012

La felicidad está dentro de mí.

Cada segundo que pasa nos estamos muriendo, esa es la verdad. Solo hay una vida, solo hay una oportunidad para sonreír y llorar. ¿Por qué nos amargamos por cosas que tienen solución? La única que carece de ésta es la muerte y de eso no hay que preocuparse todavía. Seré feliz, vivir como si no hubiera mañana, sonreír como si no conociera la tristeza. No hay que desperdiciar el tiempo porque eso es lo único que no podemos recuperar, no podemos volver atrás, no vivas en el pasado y no te adelantes al futuro, el hoy es el que cuenta, lo que eres ahora. Deja de acostarte con lágrimas en los ojos, deja de esperar cosas que imaginaste para el futuro, no te sientes y esperes, levántate y haz lo que siempre haz querido, ve a cumplir tus sueños, alcanza tus metas. Ama, quiere, ríe, grita, salta, canta, juega, abraza, besa pero no lo dejes para el final porque podrá ser muy tarde, solo hay pocas oportunidades en la vida y tienes que aprovecharlas, tal vez nunca vuelvas a encontrarlas, no las dejes pasar. ¿Dejar de sonreír es la última opción? No, esa no está en mis opciones, la última opción es luchar todavía mucho más, sin dejar de mirar hacia delante. Y esto también va por mí, por el presente desperdiciado, por un futuro imaginado, por no aprovechar diversas oportunidades.  Levántate, sé feliz, no importa lo que digan los demás, haz lo que más te apetece sin importar ser juzgado, qué más da, la vida es corta, vive de los placeres, de la felicidad. Reprime lo malo, no olvides pero tampoco recuerdes. No bajes la mirada, hay personas con esta misma idea, que te darán la mano para seguir juntos, nunca estarás solo, aunque sientas estarlo, recuerda, la persona que siempre estará será la persona a la que miras en el espejo, tu reflejo, tú eres la persona que necesitas para vivir, la felicidad no está a tu lado, está dentro de ti. Lo demás te darán la suya, regálales a esas personas un poco de la tuya.